A veces no hay abrazo que nos reconforte bastante,ni beso que nos diga todo lo que necesitamos oír,que sea lo suficientemente medicinal para que x el milagro de su contacto nos cure las heridas....pero podemos hablar...
Un rato con quien nos escucha con los ojos vendados y las manos extendidas tiene el poder de la ingravidez....logra aligerar nuestra carga y ponernos alas para que sea más fácil el camino...
Podemos hablar de lo que nos inquieta o podemos entregarnos a la cháchara sin fundamento.Podemos hablar de nuestros sueños y ver como se hacen realidad en los ojos de quien nos escucha,reírnos de nuestros errores,de los suyos y de los del vecino...hacer chistes con ellos y tuitearlos con toda la picardía y la intención de las mentes prudentes.Podemos planear unas vacaciones con las que viajar tan lejos que olamos la playa en mitad del bar...sabiendo que acabaremos la noche en metro,pero con un sabor salado que nos hará sonreír de camino a casa.
La palabra es un regalo de la vida,la palabra que pone nombre a lo que nos quita el sueño y a lo que nos hace soñar,la que elimina la angustia como un borrador mágico,la que nos permite enumerar todo lo bueno que hay en nuestras vidas y todo lo bueno que queremos que haya....Es maravilloso poder contar lo que necesitamos contar...
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